Poesia



Un fragmento capaz de reconocer
para dinamizar las fuentes de la verdad
la duda que cabe en un cosmos
el fragmento cultivado en el silencio
en el espacio de la contemplación
por la transparencia por sus revelaciones
por las plenitudes fugaces
por las re afirmaciones en los recodos del arduo camino
con sus provocaciones y complejas relaciones
de cada instante subyace la esencia desconocida
que transforma la vida en este mundo temporal
que confluye en el aquí que le es absolutamente
ese sentimiento de fidelidad y nostalgia
en el deleite paralelo a las reflexiones
la confusión porque abre hacia el sentido
el encuentro de lo ya desaparecido
el esfuerzo plasmado de los intentos
los planos temporales del pasado
la danzante alegría que asume la fugacidad
para percibir lo temporal
este mismo momento en la exhibición del apego
el efecto de lo cotidiano que lucen los ojos en el futuro
en la gravitación del mismo espacio con las idas y venidas
de los fantasmas creados por la memoria
esa magia que alcanza el niño la que solo cumple la función
de nostalgia en el drama adherido del sujeto
cómo ya esboza el dolor que tropieza con el descanso
cuando se trata de recuperar el uno mismo que empre-dio
la sucesión de las partes anteriores
o sea los lugares perdidos la imagen que vuelve con el tiempo
como milagro que pugna por crearse la memoria incierta que indica el soneto esa articulación que tiene los hallazgos de los misterios el oscuro incomprensible del esplendor inalcanzable
la imagen de lo particular de la desnudez de la pasión a la que
podemos sumar esa mirada de la cotidianidad la de las miradas perdidas.






Mujeres en nuestros destinos
en nuestros sueños
por todos los tiempos
hechas de agua y miel
leche y flor de serenidad y amor
con la ilusión inmortal en su corazón
enteras de sol y lluvia
en la tierra poblando el mundo
borrando nuestras sombras
ellas son las que siembran el amor en el hombre



El misterio de las conjeturas
para escapar de esta inquietud
de este súbito silencio matinal
de esta delación intimidada de duda
de esta zona de estío que llega de improviso con su polvo vulnerable que repudio con las manos
entre estos escombros de inventar la vida
al habitar este mapa de espacio presente
por favor me pido no ignores el plural
los momentos sagrados
esas consagraciones de cotidianidad
ajenas que se acomodan a la luz
no olvides los dones deja escuchar la implacable pujanza
que fluye debajo del espejo del otro lado
de la luna esa misma que habita
el trébol y en una ordenada rosa
por la que no se pregunta un pájaro en su vuelo
la que no vemos al mirar más lejos
solo se siente aflora desde la soledad puntual como
un pequeño brote verde aprendiendo
la sed del agua para esta siempre vivo.




Me imagino estrategias para que no me olvides
nos reuniremos algún día cuando la luna este llena
en su travesía sin resignarme dibujare la sombra 
que el temblor de tu cuerpo me dejo
tu voz se burla enunciando interrogantes que alentaron
engaños lo que habito nuestros alrededores
no es sabiduría ni la derrota es la consciencia que habita
la mirada verde de tus ojos esa talla de tu descomunal
adolescencia al aire libre por el tamaño de dulzura suave
que rueda entre mis delirios y hoy devuelta a las cortas olas que trae el silencio espero estremecido esa brisa ardiente que eras tú en mis tantos recuerdos.






Se disolvió en el aire por uno de los bordes del arrepentimiento

en lo que llamamos olvido esa vaporosa paradoja de conspiraciones que reciclamos de la saga mágica de estar vivos la versión inverosímil de lo que hemos llamado estar

las progresivas complejidades de la consciencia

las partículas del ego en la atmósfera enrarecida de las dudas

la libertad entreverada y distante que tiene la contradicción

esa estructura biológica de ser unos y otros

ese trastorno reprimido de ser versiones del descuido
heredado el resonar de lejanos abandonos la singularidad de ti 
y de mi Tú determinación con los rumores de mis sueños
cuando son suficientemente intensos.





Esa ciega razón ordinaria sin esencias de verdad
que surge como enigmático texto jeroglífico desafiante
conjuro de mentiras cifra solo la locura de cuanto
incendiario egoísmo se hace el hombre su propio abismo
rabiosa ausencia que el silencio nos debe
por esta boca guardada con el deseo en su campo de batalla blando
desdichado la explicación de la perenne ausencia
cubierto de este atardece

silenciosamente se despejo su cuerpo dibujado
                                    dolorosa desengaño despertar con apenas el murmullo de las imágenes.







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